El papel esencial de los psicólogos durante y pos pandemia

El ámbito de actuación de los psicólogos en la salud es amplia y diversa, con extensión a distintos contextos de salud. Su papel puede ser el de promover, de prevenir y remediar, teniendo siempre como objetivo la mejora de la salud general y calidad de vida de la población. Es amplio en lo que toca a los contextos, y destinatarios: individuos, familias, grupos y organizaciones.

De una forma general, y entre otros beneficios, la intervención de los psicólogos puede contribuir para:

• Desarrollo saludable e integral, bienestar, salud física y psicológica;

• Proporcionar satisfacción con la vida;

• Adquisición de comportamientos y estilos de vida saludables;

• Desarrollo de competencias como la resiliencia;

• Adaptación, adhesión terapéutica, gestión del dolor o enfermedad crónica;

• Disminución de comportamientos de riesgo para la salud.

En el actual contexto de pandemia nos enfrentamos a grandes y complejos retos de salud pública, ya sea por las consecuencias directas del contagio del virus ya sea por la implicación de las restricciones en nuestro día a día. De la dificultad de la situación surgen otros riesgos y complicaciones como la desinformación, el estigma, el burnout de los profesionales de salud, el aumento del consumo de alcohol y otras drogas y los conflictos familiares. De esta forma, en el contexto de la actual crisis, repleta de miedos e incertezas, en que el aumento de problemas ligados a la salud mental es una realidad esperada e inevitable, la intervención de los psicólogos en la salud pública nunca ha sido tan urgente y esencial.

Los desafíos relacionados con la Salud Mental y Psicológica ocupan en este contexto un lugar de destaque, sobre todo porque la Salud Mental y Psicológica constituye un factor protector y un elemento crucial para la resiliencia necesaria no solamente para los desafíos que se presentan sino que también para lo que la crisis económica y social traerá.

Tanto dentro del sistema nacional de salud como fuera de él es necesaria una puesta en marcha de acciones contundentes de prevención, de promoción de la salud y desarrollo personal. Tal y como soportan los modelos de gestión y comunicación de riesgo, sobre todo en escenarios de prolongación temporal de situaciones como la que vivimos ahora.